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Somos felices

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junio 2015

Domingo de estadio

image Fui a un partido de fut.  ¿Como les explico el frenesí  por la victoria, Los cánticos desmedidos, los insultos  del alma?…   Como puedo mencionar lo lindo que es gritar gol viendo jinetear a toda maquina a un soldado  jugando  más que la camiseta,  arriesgando el honor.

Apartemos los pensamientos  mundanos por un momento.

Traslademonos al cuadro…  Aquel al que acudimos todos fieles de uno a uno como ir a misa.

Donde se valoraba el coraje,  el honor,  el quien es es quien y quien no.

Hoy no fue una  de esas grandes selecciones o clubes mágicos de millonadas.  Mas bien fue mi azul y blanco teñido de rojo  sangre y negra semblanza.  Lucharon, contuvieron y se estrellaron.  Avanzaron y no cayó.  Pero me enorgullece  ver tanta garra aferrado  a la victoria ,  colgado del balón por su vida misma.  Oyendo ese atabal a cada segundo, correar su nombre con redoble de pulmones enardecidos por ganar.  Te Provoca ira,  risa,  felicidad.  Te pinta el rostro de emociones.  Te devuelve el corazón de niño, aquel que tanto soñó.  Quien quiso atrapar el aire con los ojos vidriosos mirando al ejército del balón, gigante ante el relámpago de voces coreando a cada paso su más sublime ejecución.

Gracias fútbol.

¿Quienes somos en realidad?

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Quienes somos en realidad.  Que queremos  y que hacemos que no damos ese primer paso.  Hoy en día el cine nos vende sueños por dos horas máximo…  Puedes ser un mal max,  pac man o entrenar a tu dragón.  Devolviendo batazos por sorbos de Aires, retomando historias como propias.

Con la economía  actual contra la que luchamos,  violentando u adaptándonos a un sistema superfluo donde un «hola» se ha vuelto casi en extinto.  Hoy le  tenemos miedo a las personas auténticas que no ocultan lo que sienten,  la tristeza  es una enfermedad.  Aquel que muestra el lado oscuro  de su corazón deberá no sorprenderse si la indicada corrió más rápido que flash de donde estaba a la china.

El ser honesto,  es ser ingenuo.

¿Hacia donde vamos?

Lo colectivo se ha muerto. Permanece pausado en cantinas o bares donde un litro puede generar más amigos que un partido de fútbol.

Se que no soy yo,  somos todos los que hemos visto los cambios.  Cuán  grande nos referimos  a la infancia y que tan triste resuenan estos años.  En que razonamos demasiado,  reír es y debe ser nuestra vocación.  Aunque la tristeza  se combine con el júbilo de la esperanza.  Con el de verte mi anónimo querer,  invisible en el aire intentando no desfallecer.

Borrón y día nuevo?

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Parece que la vida camina en automático. Lento, repites el mismo ciclo.  Sin darte cuenta que  eres parte de un programa.  Dormir,  despertar,  reír,  respirar.  Que se debe de hacer para que reviente de emociones,  donde cortamos  la retina y tiramos el ojo lejos… más allá donde el cuerpo  no puede ir.

Te siento cerca pero no existes.  Eres un  nombre más de la lista de píxeles.  Sonríes de un comentario  que leíste,  hubo una explosión repentina.  Deseás aprobar el mensaje,  como un cesar en el coliseo.  Un DIOS,  sin serlo.   Caminas de aquí  para allá con un letrero  invisible,  de un hola que  tal.

Pausa…

Sigo…

Errante viajero,  en una barra anónima,  perdido en latas de aluminio,  preguntas al vacío.  Desinterés,  cerveza  y amnesia de canciones  sin estilo.  Matagalpa  ganó la serie final.   Quien sabe quien canta,  pero le da un toque mas a reserva de un espacio sin vida.   Nuestra  señora de las lomas,  déjame caer. Tal vez  el golpe sea más real que el intento  de querer  al azar,  imaginando  lo que no fue y no será.

Apaga la antorcha, esconde la luna llévate las estrellas.

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Esta pesado el aire..  De un soplo me borraron los ojos y dejaron estos botones  surgidos del miedo.

Cajas  de cristal,  vida que te vienes y vas.  No te acuerdas  de mi…?

Yo era  el joven cabizbajo  de mirada torcida y de sueños felices.  Te quise «como cualquier otro» .

Mi padre de oraciones ciegas.

Vida… Pareciera  que no ocurrió.  Atado  al trabajo,  pasaron  los años como  inyectando  aire   al teclado.

No viste nada especial,  nada distinto.  Se juntaron entre espacios  vacíos,  respirando lentamente,  su mano en mi garganta sosteniendo  la palabra entredicha .  Deletreando el pasado.  Apagando la antorcha,  opacando el cielo y robandonos todas las estrellas.

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